jueves, 13 de octubre de 2016

Escuchando los Mensajes de Mi Alma

... existen dos tipos de ansiedad:
La que nos hunde y la que nos eleva.

La ansiedad que nos hunde es la que viene del miedo, del sentimiento de impotencia que nace y crece ... al no poder salir de un laberinto incierto que camina y divaga entre ramas enredadas.
Es la que nos hace vivir en la más absoluta superficialidad. Es la que procede de la destrucción de nuestras falsas suposiciones sobre todas las cosas. Es la que crea falsas expectativas generando grandes frustraciones al no conseguir lo que la mente dictamina.

La ansiedad que nos eleva es una "Ansiedad Sagrada", que procede de nuestra alma. Es la que nos hace resonar el eco, leve susurro que acaricia la suave melodía que nos envuelve en el más tierno abrazo. Es la que nos recuerda que somos algo más grande. Es la que nos reconduce hacia nuestra propia esencia. Es el alma implorando ser escuchada por unos oídos casi siempre sordos. Es la que nos hace despertar a una realidad distinta de la que estamos acostumbrados, a una realidad interior, universal y divina. Por eso es sagrada, porque nos conduce de nuevo a casa, ... nos conduce de nuevo a esa humilde morada que nos abraza y nos susurra conectándonos  con nuestro verdadero "Yo". Es la que nos incita a la espiritualidad, a la meditación, a ayudar a otros, a transformar un mar agitado y enturbiado en un mar calmado y sosegado. Es la que nos conduce al pensamiento positivo, a valorar las pequeñas y grandes cosas y es la que nos hace cada día más aún si cabe ser mejores personas.


"La serenidad se encuentra escuchando el mensaje de nuestra Ansiedad Sagrada" ...

"La serenidad se encuentra en abrir tu corazón cuando alguien te necesita"...

"La serenidad se encuentra liberándote de los pensamientos y las emociones que te esclavizan"...

Con todo mi cariño, un beso lleno de luz y de amor

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